jueves, 18 de julio de 2013

Perplejidad

Es esa duda que hace tiempo atrás me persigue, esa pregunta que hace tiempo me ataca, esa incertidumbre que hoy se acrecenta con la furia de un huracán azotando mi mente. Un enorme por qué repetido infinitas veces buscando en su eco una respuesta que nunca llega. ¿Debería repetirlo? ¿Debería callarlo? Ya no sé que es lo que más miedo da, si me asusta más la pregunta, la respuesta o el silencio. 
Me entrego vulnerable a mis instintos y me entrego entera con todo el amor que tengo. Ya no me interesa ocultar lo que siento para después culparme por ello. Respondo a mi naturaleza y a lo que generas en mi, ni más, ni menos. Y ahí, en el instante más auténtico, escuché tus palabras. Te oí decirlo y no supe si era real, no me atreví a preguntar si eso había salido realmente de tu boca. Sólo atiné a abrazarte con aquella pregunta aferrada a mis manos y a tu cuerpo, casi con bronca. Vulnerable mi piel en la tuya se preguntó si era real lo que sucedía, se preguntó por qué entonces todo es como es...

Algo me dice que vuelvo a ser la tonta de esta historia...

No hay comentarios:

Publicar un comentario