Palabras

Una canción se me escapa de las manos y un sentimiento se aferra a mis sentidos. Escribo, sin pensar, lo que dictan mis instintos. La cabeza se repite por qué, por qué, por qué y el corazón no entiende razones. Sólo me sale dar cariño desde el primer día aunque me esconda en la frialdad de la ironía. Las barreras caen con la más pequeña caricia y simplemente caigo, sin pensar, olvidando todo lo que no debería olvidar. Todo el dolor que pude acarrear de pronto cobra sentido porque un segundo de tu presencia, una sonrisa tuya, una palabra, una mirada valen tanto para mi. Me siento idiota ante mi vulnerabilidad y eventualmente no me importa, siempre vuelvo aunque intente huir. Uno no puede controlar lo que siente por más que lo intente y el tiempo no logra ocultarlo. No hay casualidades, las cosas son lo que deben ser y no se puede contra ello. Intentar evitarlo sólo lo hace más evidente. Elijo dar mi amor ante todo, mi cariño, mi amistad a quienes me han dado su mano aunque sea por un segundo (y a los que no, quizás, también). Es mi elección. AMAR.

Los nervios II

En estos tiempos los nervios me consumen y me quitan fuerzas. Casi me dejo caer pero volví a ponerme de pie ante la impotencia que quiere quebrarme. Yo que siempre voy para delante no puedo flaquear estando a tan pocos pasos de la meta. Mientras me aferro a las pocas personas que me ayudan a mantener una sonrisa en mi alma y que han estado ahí a pesar de todo. Gracias.

Vos sos la espina. Yo soy el rocío. Diferentes estilos, un mismo objetivo.