miércoles, 4 de enero de 2012

Destino

Puede que llegue a llorar miles de lágrimas, no lo sé, pero nunca me arrepentiré de aquella tarde de Diciembre. No reniego del destino pero el libre albedrío existe y nada puedo hacer contra el ciego que confunde el camino. Me siento en el escalón de la vida a esperar por un amor que no ve que ahí estoy. Amo con las fuerzas del corazón porque por ti hoy estoy de pie. Ojalá pudiera hacer lo mismo por vos.

Destino, destino, destino...

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